Jeep se conecta a la nueva movilidad con el Avenger

El desenfadado y ágil crossover (156 CV) primer modelo con impulsión eléctrica de la firma, destaca en el segmento más concurrido del mercado por su agraciado diseño

Si algo distingue a Jeep es su capacidad de adaptación al medio. Esta cualidad ha consagrado como referente del ámbito todoterreno a la marca de origen norteamericano, que compatibiliza esa condición con un impecable desempeño en la categoría SUV de moda. Con las ruedas en tierra o pisando asfalto, Jeep transmite siempre sensaciones de libertad de movimientos en contacto con la naturaleza. No sorprende, por tanto, su decidida apuesta de futuro por la movilidad sostenible, que se plasma en el crossover Avenger, primero de sus productos en adoptar motorización 100% eléctrica; antes de 2025 llegarán otros tres modelos Jeep sin emisiones.

Este ‘vengador’, concebido y fabricado en Europa, es un SUV de diseño atrayente, proporciones escuetas y vocación polivalente. Debuta animado por un sistema de impulsión que procura 115 kW; gracias a esta potencia equivalente a 156 caballos, que se transmite a las ruedas delanteras, el modelo consigue una grata alegría de movimientos.

Aunque no aspira a competir en desenvoltura fuera del asfalto con un Renegade, que sí puede disponer de tracción 4×4, se comporta mejor en carretera. No obstante, el Avenger se atreve a rodar por pistas sin asfaltar aprovechando sus 20 cm de altura libre al suelo y el apoyo del selector de modos de conducción. Este sistema brinda seis programas de respuesta para adecuarse a cada superficie y estilo de conducción: normal, eco, sport, snow (nieve), mud (barro) y sand (arena). Jeep también dota al modelo de control de descenso de pendientes.

En las evoluciones del Avenger resulta decisiva la aportación de una batería de 54 kWh, ya que permite garantizar una autonomía por encima de 400 km con una carga completa; dicho alcance se extiende hasta unos teóricos 550 km cuando se transita sosegadamente por escenarios urbanos. Con estas credenciales, el modelo presenta su candidatura ante una clientela relativamente amplia. Su condición de vehículo a pilas rentabiliza los frecuentes y normalmente cortos desplazamientos propios del uso cotidiano, pero también permite planear viajes más largos.

Equipa para ello un cargador estándar que trabaja hasta a 100 kW en corriente continua y a 11 kW en corriente alterna. En el primer caso repone en tres minutos la energía necesaria para recorrer 30 km; en 24 minutos de conexión la batería pasa del 20% al 80%. En el segundo modo, reabastecer el 100% del contenido requiere cinco horas y media de inmovilización.

El Grand Cherokee regresa por la puerta grande

Es nuevo estandarte de Jeep adopta tecnología 4xe híbrida enchufable

La quinta generación del Grand Cherokee anuncia su llegada al mercado tras el verano. El imponente SUV hace honor a la condición de buque insignia de Jeep, que ostenta desde su estreno en 1992, por medio de un alarde de diseño y un derroche de tecnología. A partir del último trimestre del año, quien busque un automóvil premium de gran envergadura y altas capacidades no pasará por alto esta propuesta. Jeep venderá el Grand Cherokee en versión de cinco plazas (la de siete queda descartada) provista de tecnología 4xe de impulsión híbrida enchufable, que entrega 380 CV y permite rodar hasta 51 km en modo eléctrico de emisiones nulas.

 

Diseñado a partir de una pantalla en blanco, el Grand Cherokee asume el legado de las cuatro entregas precedentes y las señas de identidad de la marca. Encara un porvenir progresivamente electrificado mezclando tecnología punta, exquisita concepción y confección casi artesanal. Esa combinación se intuye al contemplar su imponente figura de 4,91 metros de largo, 1,96 de ancho, 1,79 de alto y 2.,96 entre ejes. La impresión se confirma al acceder a un habitáculo suntuoso, confortable y a la última.

El Grand Cherokee atesora y perfecciona toda una avalancha de recursos técnicos acordes a la legendaria reputación de Jeep. Instala la última evolución de sistemas 4×4 (Quadra-Trac II y Quadra-Drive II), suspensión neumática Quadra-Lift y control de tracción Selec-Terrain. Este bagaje tecnológico augura unas facultades tractoras difíciles de superar y también de verificar: parece poco probable que quien invierte entre 83.250 y 100.250 euros en un vehículo de alta gama contemple entre sus actividades atravesar junglas o escalar trialeras.

El más ambicioso de los Jeep encomienda sus movimientos a una solución PHEV. Esta modalidad de hibridación enchufable combina dos bloques eléctricos, un paquete de baterías de 400 voltios con 17 kWh, un motor de gasolina turboalimentado de cuatro cilindros y dos litros, y una transmisión automática de ocho relaciones. El sistema, denominado 4xe, desarrolla una potencia conjunta de 380 CV. Depara hasta 48 km de autonomía eléctrica, 51 km en conducción urbana. Se puede manejar siguiendo tres programas de conducción: híbrido, eléctrico y eSave (preserva carga de batería para emplearla con posterioridad).

El modelo ofrece cuatro interpretaciones con enfoque, desenvoltura y refinamiento diferentes. Lo son también sus precios. Todas ellas comparten, sin embargo, un nivel de dotaciones en consonancia a las expectativas de quien asume esa tarifa. Cuentan, por ejemplo, con todo tipo de sistemas de bienestar seguridad y confort, que incluyen ayudas al manejo equiparables al nivel 2 de conducción autónoma.