El cliente manda,el cliente elige
Citroën cubre todas las necesidades del público ofreciendo tecnología a la carta: desde motorizaciones diésel y gasolina hasta variantes parcial o totalmente electrificadas
Hay marcas “de toda la vida” como Citroën, socialmente reconocida y apreciada más allá del ámbito de la automoción. La centenaria firma francesa hace suya la consigna de “a nuevos tiempos, nuevos usos” y se embarca en una transición tecnológica sensata y a la medida del público.
Asume y aplica la electrificación sin hacer borrón y cuenta nueva con los métodos de impulsión tradicionales, que todavía son una opción válida para muchas personas. En consecuencia, su catálogo conserva eficientes variantes puramente de combustión (diésel y gasolina), que conviven con las propuestas total y parcialmente electrificadas que señalan el camino a seguir. Si el cliente manda, el cliente elige.
La casa de los galones afronta esta época de cambios –asoman tecnologías, fabricantes, grupos empresariales…- renovando sus viejos votos. Citroën está empeñada en ser la marca popular de siempre. Con ese ánimo se fija cuatro valores a preservar y fomentar: la sencillez, el confort, la sostenibilidad y la osadía.
Citroën se fija cuatro valores a preservar y fomentar: la sencillez, el confort, la sostenibilidad y la osadía
Quizá sea ese atrevimiento la razón que induce a plantear un catálogo más extenso de lo habitual, en el que perviven concesiones a la impulsión clásica, pero donde la electrificación alcanza a la totalidad de los productos. El heterogéneo escaparate dispuesto para esta temporada contiene nueve modelos de calle, que realizan un despliegue de formatos bien diferentes. El pequeño y singular Ami abre la alineación de eléctricos puros, en la que figuran los inminentes Ë-C3 y Ë-C3 Aircross (fijan su cita con el mercado para el verano), los Ë-C4 y Ë-C4 X, el Ë- Berlingo y el Ë-Spacetourer.
Su oferta concilia concesiones a la combustión y versiones parcial y plenamente electrificadas
La oferta 100% a batería se completa con los cuatro candidatos aportados por la gama profesional. La apuesta por este tipo de impulsión sin emisiones requiere una decisión y unas circunstancias económicas y logísticas (acceso asiduo garantizado a un punto de recarga) que no todo el mundo tiene. Por eso, alternativas como las variantes Plug-in Hybrid de C5 Aircross (180 CV) y C5 X (180 y 225 CV), pueden representar buenas soluciones de compromiso; ofrecen 64 km sin emisiones, lejos de los 420 del Ë-C4, pero sin depender constantemente de un enchufe.
Esa facilidad de utilización aumenta considerablemente en las nuevas variantes con hibridación suave que plantean el C4, el C4 X y el C5 Aircross. Citroën las presenta bajo la denominación Hybrid 48V, poniendo énfasis precisamente en la sencillez de uso y en la rentabilidad. Comparada con la hibridación enchufable, esta tecnología es mucho más económica y fácil de usar. Enfrentada a la combustión tradicional comporta un pequeño coste adicional, desembolso fácil de amortizar dada la estimable reducción de consumo y emisiones que propicia; además, disfruta de etiqueta medioambiental ‘Eco’.
El C5 Aircross abandera la tecnología Hybrid 48V
El SUV acerca el primer peldaño de la electrificación con esta motorización con hibridación ligera (136 CV), que augura un 15 % menos de emisiones
La electrificación parcial, en forma de hibridación suave, brinda al C5 Aircross la oportunidad de mostrar nuevas cualidades. Citroën adapta al popular SUV de talla media una tecnología de transición pragmática –es eficaz, rentable y sin complicaciones-, que pone a trabajar juntos un bloque de gasolina, otro eléctrico y una batería. Obtiene un rendimiento conjunto de 136 caballos, potencia razonable para un vehículo con destino familiar. Lo importante es que promete una austeridad y una eficiencia estimables, que justifican sobradamente su elección.
Citroën asegura que esta motorización origina un 15 % menos de emisiones y precisa un 30 % menos de consumo en ciudad respecto a un propulsor térmico convencional. El C5 Aircross Hybrid reclama entre 37.654 y 44.350 €, dependiendo del acabado; los descuentos ponen en su sitio esa tarifa oficial, dejándola en una banda de 30.845 a 37.550€, reducida en otros 1.750 € al financiar la compra con la entidad concertada.
Esta modalidad de electrificación parcial forma parte de las tecnologías de transición, concebidas como solución de compromiso entre la combustión pura y la plena electrificación. Es un método mixto que combina una y otra, soslayando algunos inconvenientes de las mecánicas clásicas (emisiones) y los engorros de la impulsión a batería (enchufe). No es tan inocuo para el medioambiente como una motorización 100% eléctrica, pero no somete al usuario a limitaciones de movimientos ni le obliga a vivir pendiente de un cable.
La hibridación ligera o suave es la más difundida de esas tecnologías transitorias. Su nombre obedece a la traducción del acrónimo MHEV (Mild Hybrid Electric Vehicle). Gana presencia en el mercado por varios factores. Para empezar sustituye en muchos casos – no es el de Citroën- a las variantes térmicas de toda la vida. En otras palabras, se venden cada vez más porque la desaparición de las alternativas clásicas reduce la capacidad de elección de la clientela.
No obstante, el gran argumento a su favor es que comporta un coste adicional asumible, amortizable con el uso gracias a la reducción del consumo. Esa austeridad contiene las emisiones y hace méritos para la etiqueta medioambiental ‘Eco’, que permite circular sin restricciones. Además, un ‘mild hybrid’ se conduce exactamente igual que un coche convencional.
Citroën presenta esta tecnología con el nombre de Hybrid 136 e-DCS6 en tres de sus modelos: el C5 Aircross, el C4 y el C4 X. El SUV puso a la venta la nueva motorización el otoño pasado; ahora comienzan a servirse los primeros pedidos. El sistema Hybrid 136 e DCS6 coordina el esfuerzo de una adaptación del propulsor tricilíndrico de gasolina Pure- Tech de 1,2 litros, la de un bloque eléctrico de 21 kW y la energía de una batería de 48 voltios.
El motor eléctrico desempeña una función eminentemente auxiliar, ofreciendo apoyo al de combustión. Sin embargo, en circunstancias propicias puede intervenir suplantando al de gasolina. El fabricante afirma que puede hacerlo hasta en un 50 % de los recorridos urbanos, aunque esa alternancia depende mucho del estilo de conducción de quien maneja el volante. El C5 Aircross Hybrid también es capaz de maniobrar puntualmente en modo eléctrico; el recorrido total no llega a mil metros sin superar los 30 km/h.
La versión del C5 Aircross provista de esta tecnología parcialmente electrificada apenas se distingue visualmente de las que emplean otros sistemas de impulsión. Hay indicios de su condición mestiza en la instrumentación y en los botones de modos de conducción de la consola central. El comportamiento del vehículo también denota leves matices, reconocibles por quienes están habituados a manejar otras versiones del modelo: un tenue zumbido procedente de la máquina eléctrica y reacciones algo diferentes al acelerador y el freno.
La marca francesa estima que el 16 % de su clientela se decantará a partir de ahora por esta motorización mixta. En el catálogo del SUV aparecen propuestas para casi todos los gustos, necesidades y bolsillos. No figura entre ellas una variante totalmente eléctrica, pero sí dos opciones PHEV, híbridas enchufables, una de 180 CV y otra con 225, que esperan a uno de cada tres compradores. Además, quienes se mantienen leales a la combustión tienen a su alcance modernos motores diésel y gasolina, ambos de 130 CV; convencen a un 14 y un 30 % de la clientela del modelo, respectivamente.