SUV eléctrico por todo lo alto

Kia roza la categoría premium con el EV9, un coloso de cinco metros con muchos recursos que seduce con su refinado minimalismo. Combina dos motores (385 CV), ofrece tracción total y 500 km de autonomía

No hace demasiado, nadie sospechaba que un Kia pudiese entrar en competencia con un modelo semejante de ilustre apellido. Todo llega. El desarrollo tecnológico, la progresión como marca y la capacidad para conmover a través del diseño han obrado el milagro, y la comparación ya no chirría. El nuevo KV9 es, con toda probabilidad, el mejor producto de la historia de Kia. El colosal SUV eléctrico resiste con dignidad el cotejo con algún que otro rival premium, con tanto pedigrí como dificultad para defender una tarifa bastante más elevada que la del modelo surcoreano. Luego, la decisión final compete a quien compra, que no siempre está libre de presiones y prejuicios sociales.

El EV9 es el segundo producto de la moderna saga eléctrica de Kia, tras el EV6 lanzado en 2022. La marca ya tiene listo un SUV de proporciones más escuetas, con la denominación EV5; está destinado inicialmente al mercado chino, pero todo apunta a un lanzamiento global en fecha posterior.

El modelo a punto de aterrizar en los concesionarios desempeña, por tamaño, entidad y tecnología, la condición de buque insignia de la flota Kia. Es el vehículo de mayor talla del reparto surcoreano. Su generosa hechura -ocupa 5,01 metros de largo, 1,98 de ancho y 1,78 de alto- permite habilitar una holgada cabina sobre los 3,10 metros de distancia entre ejes. El fabricante propone dos configuraciones interiores, ambas con tres líneas de asientos, una con seis plazas y otra con capacidad para siete pasajeros de cierta corpulencia (2/3/2). Con todas las butacas, el hueco de carga ofrece 333 litros; plegando la última línea de asientos, ese volumen para equipaje aumenta hasta 828 litros.

Aunque las líneas sencillas y los rasgos de apariencia cuadriculada sugieren otra cosa, el EV9 disfruta de un notable coeficiente aerodinámico (CX de 0,28). No obstante, ese diseño resulta imponente y hasta intimidador cuando el modelo se aproxima en el retrovisor. La simplicidad formal hace punto y seguido para continuar a bordo, donde se descubre una puesta en escena cuidada, tecnológica y nada barroca. El puesto de mandos queda delimitado por una aparatosa y práctica consola central, y aparece presidido por una sucesión de tres pantallas consecutivas; las dos primeras (de 12,3 pulgadas) hacen las veces de cuadro de instrumentos y sistema multimedia, mientras que la más a la derecha (5”) controla la climatización. Además, el EV9 puede contar con pantallas en las contrapuertas delanteras, que recogen las imágenes de las cámaras retrovisoras.

Kia dota a su modelo estandarte de un solvente sistema de impulsión eléctrica. El EV9 asocia dos motores, uno por eje, con una batería de 99,8 kWh. Consigue así repartir una potencia conjunta de 385 CV entre sus cuatro ruedas y acreditar una autonomía ideal de 497 km. Por ahora no entra en los planes de comercialización la variante con un único propulsor, con 204 CV y un alcance teórico cercano a los 550 km.

El EV9, que monta un sistema eléctrico de 800V, puede reabastecer su batería en cargadores de alto rendimiento. Así es capaz de reponer el 80% de su contenido en menos de media hora de conexión. Al igual que el EV6, también permite devolver excedentes de energía a la red doméstica o actuar como generador para otros dispositivos.

Kia aplica al modelo estelar una definición de producto cerrada, con dotaciones de seguridad, confort y asistencia a la conducción sin precedentes. Pide a cambio un desembolso de 85.100 euros, con un suplemento de 1.100 si se opta por la configuración de seis plazas.